La menopausia a los 42

El otro día, una buena amiga, me presentó a «María», casada y con un hijo. Es una de estas personas que no te deja indiferente, es simplemente encantadora, amable y lo que más me gustó es la normalidad con la que me contaba su experiencia en este tema tan delicado y tan poco compartido. Sin entrar en detalles propios de la intimidad de la pareja, compartió conmigo como vivió su menopausia precoz. Y no solo eso, sino como lo vivió su marido.

Tuvo la menopausia con 42 años. Hasta la fecha -tanto ella como su marido- tenían una buena relación, en todos los sentidos. Cuando ella empezó con los primeros síntomas de la menopausia, sofocos, cansancio, cambios de humor, etc. su libido también se vio disminuido. Estuvo varios meses dejándose llevar por esta situación y las relaciones con su marido prácticamente desaparecieron. Me contaba como su marido había sabido ser paciente, y como esperó a que ella estuviera preparada para volver a él.

Algo que a su marido le facilito comprender por lo que estaba pasando, fue que ella compartía no solo los efectos de la menopausia, sino como los sentía, le hacía participe de una situación que afecta a ambos, en lugar de alejarle y excluirle de esta vivencia y eso le hizo más fácil empatizar con ella.

Todo dentro de lo relativamente común en muchas parejas. Pero es aquí donde «María» me sorprendió muy gratamente. Llegó un día, mientras disfrutaban de un viaje los dos solos, y decidió que la menopausia no iba a poder con ella, que no quería seguir dejándose llevar por sus efectos y que haría todo lo que estuviera en su mano para estabilizar su estado de ánimo, frenar esos kilos que empezaba a coger, en definitiva seguir trabajando en su matrimonio,  etc.

Se puso a hacer ejercicio. Volvió a arreglarse mucho más. Se fue a una farmacia a comprar un gel que le facilitara las relaciones debido a la sequedad vaginal que produce la menopausia en la mayoría de las mujeres. Me fascinó la convicción con la que tomó e hizo propia la decisión de afrontar con firmeza los síntomas de la menopausia. No fue fácil, porque los cambios de humor a veces eran incontrolables, los sofocos, etc. Pero lo que si estaba en su mano, era levantarse todas las mañanas con esa firme convicción de cambiar lo que estuviera a su alcance.

Dice Albert Einstein: «Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo» En definitiva, esto es lo que hizo «María»

 

3 comentarios en “La menopausia a los 42

  1. Ana me parece un proyecto ideal. Espero que lo lean muchas personas y hagan caso de tus consejos, la verdad es que por timidez o inseguridad muchas parejas no comentan entre ellos nada de lo que ocurre en la cama, produciendo insatisfacción y tedio.

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  2. Algo que parece tan claro y de sentido común, como es hablar de sexo con tú pareja , no es lo habitual. A veces las consecuencias con el paso del tiempo por no hablar son más serias de lo que uno puede pensar. Eso además de todo lo que uno se pierde por el camino. Por eso es muy importante que haya personas que escriban sobre este tema y estimule a las parejas a tratar el tema con naturalidad y sinceridad.
    Me ha gustado tanto el fondo como la forma de expresarlo, tan sencillo, directo y didáctico. Enhorabuena Ana y seguiré este blog con atención y por su puesto lo pondré en práctica. Aunque me toque dormir en el sillón.

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