Si, lo sé, seguramente no es políticamente correcto desdecir una frase tan aceptada y con tantas connotaciones positivas. Pero también creo que muchos de los que me leéis estaréis de acuerdo conmigo que las medias naranjas no se encuentran, sino que se cultivan, se trabajan y se cuidan. Cuando alguien dice: <<he encontrado a mi media naranja>> me vais a perdonar, pero lo primero que me viene a la mente es un buen zumo de naranja. Claro que también pienso que está en esa fase de enamoramiento que a veces nos nubla un poco, que nos empaña la vista… vamos que nos ciega jajajaja. O incluso pasados muchos años decimos es que mi pareja es mi media naranja.
Pero soy de las que piensan que existen miles de medias naranjas para cada uno de nosotros, que no solo existe una persona en el mundo que está hecha para nosotros, eso sería muy cruel. Sinceramente creo que cuando encuentras a alguien que te complementa, que tiene esas cualidades que para ti son importantes, que te hace reír -algo que se agradecerá siempre- que te hace sentir esas mariposillas que te ponen nerviosa, que tan solo el roce casual hace que se te erice la piel, que hace que no dejes de mirar el móvil, es la naranja completa que tienes que empezar a cultivar.
Yo me veo mas del estilo de “te con pastas” o “café con leche”, bueno mejor “fresas con nata” que me parece comoooo algo más sugerente,
sobre todo hablando de relaciones de pareja, jejeje. Creo que las parejas no son “algo” que partido por la mitad les hace a cada uno ser, sino personas de forma individual son completas y diferentes que son capaces de complementarse y enriquecerse la una a la otra. Es algo parecido a lo que pasa con las fresas con nata. Las fresas o la nata por si solas están muy ricas (siempre habrá alergias, intolerancias a los alimentos, personas y personalidades jajajaja) pero cuando las mezclas, ambas potencian su sabor, ambas se las ve más apetecibles, son más sabrosas, se puede decir que una mejora a la otra y viceversa.
Ese creo que es el éxito de muchas parejas que conocemos como “parejas perfectas” eso sí, lo son tan solo a nuestros ojos, ya que en la trastienda de cada matrimonio existen también las fresas que se estropean o la nata que se agria. Son esas parejas que son capaces de irradiar buen rollo entre ellas, que se lo pasan bien en grupo, ellas solas y lo que es casi más importante, también saben disfrutar por separado. Saben brillar individualmente, para crear una unión mucho más fuerte cuando están juntas.
Son esas parejas que discuten, pero se abren a la reconciliación. Son esas parejas que se enfadan, pero se saben perdonar. Son esas parejas que tras las crisis de los 30, 35, 40, 43, 44, jajajaja, salen reforzados. Son las parejas que se escuchan y se hablan. Son las parejas que se abrazan y se besan. Son las parejas que se enfrían y que disfrutan de la intimidad de su alcoba. Son las parejas que se aman por encima de ellos mismos. Son las parejas que se vacían de uno mismo para llenarse del otro. Son las parejas que se toman en serio el trabajar el uno por el otro. Son las parejas que construyen y se miran diciendo QUIERO QUERER QUERERTE.
👏🏻👏🏻❤️
Belén
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🤗
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