El poder de una sonrisa

Ojalá fuéramos conscientes de lo que ayuda una simple sonrisa. ¿Te has parado a pensar lo que provoca tu sonrisa en la gente que te cruzas en tu día a día? Yo os soy sincera que no mucho la verdad. Después del covid y sus meses de mascarilla, volver a ver la sonrisa de la gente es un regalo, aunque os diré que tengo la sensación de que sonreímos menos. Pero, lo que si he pensado es, en cómo me siento cuando me cruzo con alguien que me sonríe, que os voy a decir, me encanta!!!!

Cuando me pongo en modo “vamos a intentar sonreír y ser más agradable” las cosas cambian. Cuando respondes al camarero -que se le ha cruzado la comanda y eres la única de la mesa sin cena- con una sonrisa cuando se está disculpando, las cosas cambian. La respuesta de amabilidad, de agradecimiento e incluso de desconcierto que a veces te encuentras en tu interlocutor no tiene precio, es maravilloso.

Si lo sé, a veces es francamente difícil cambiar esa cara de dragón a punto de soltar fuego por la boca, y que alguien te diga: “no hombre, tu sonríe ya verás que bien te vas a sentir y que bien le vas a hacer sentir al de enfrente…” en fin casi diría que hay veces que es una hazaña de verdaderos héroes.

Pero en la vida nos encontramos con esos héroes de la sonrisa, de la amabilidad, de la sencillez y la templanza. Está claro que sus defectos tendrán, pero cuando se cruzan en tu camino y tan solo te sonríen en una conversación complicada, en un tirón de orejas en el curro o sencillamente en Mercadona, me vuelo a repetir, no tiene precio.

Cuando regañas a tus hijos con una sonrisa serena sin la cara de “estás muerto” ellos reciben la bronca de forma más serena y me atrevería a decir que nos respetan más que en nuestro modelo de madre histérica que grita y ya no tiene claro ni por qué. Si lo vuelvo a decir, cuando nuestro hijo viene con alguna aprobada, lo que menos nos sale es una sonrisa serena, estamos más con esa cara que expresa el pánico que tenemos por su futuro y las ganas de meterle en un internado de esos de los de “antes”.

Y que decir el efecto que tiene en la pareja una sonrisa. Seguramente es la más complicada, la más difícil e incluso la que menos usamos. A ver, entiendo que llegamos a casa, trabajo, niños, problemas, deporte (al que le de la vida jajajaja) y ponte a sonreír a tu pareja que iguaaaaal ganaaaaas, ganaaaas, no tenemos. Pero es, en esos momentos previos a la tormenta, donde una sonrisa sincera amaina tempestades. Donde el amor se expresa cambiando la cara desencajada por la ira, en una cara amable presidida por una sencilla sonrisa. Ahora bien, se que esto está al alcance de esos héroes que hablaba antes y que la mayoría estamos en fase de crecimiento jajajajajaja. Pero, por favor, hacer el ejercicio de miraros y sonreíros es un placer como pocos. Sonreíros y deciros perdón. Sonreíros y deciros: seguimos? Sonreíros y daros las gracias. Sonreíros y seguir luchando. Sonreíros y avanzar de la mano. Sonreíros y deciros QUIERO QUERER QUERERTE.

2 comentarios en “El poder de una sonrisa

    • Cuanto me alegro Belén que te haya gustado y está claro que no siempre nos sale y a veces no nos tiene que salir. Tenemos nuestros tiempos y también tenemos que darle espacio a nuestros malos momentos. Creo que son necesarios y eso nos fortalece. Así que de fracaso nada, ya que solo intentarlo es todo un logro.
      Un abrazo muy fuerte

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