A lo largo de estos dos años he podido comprobar que los hombres actúan de formas similares, y que las mujeres sentimos parecido pero a veces hay entre nosotros un río que no tiene puente.
Cuantas veces le hemos dicho a nuestra pareja “hoy no, me duele la cabeza” y todas sabemos que dolor, dolor… no es, es más bien una leve molestia. O cuantas veces hemos dicho “hoy no, no me apetece…” y lo que hay detrás es un reproche disfrazado de inapetencia. ¿Cuántas veces nos hemos refugiado en estas frases, por falta de ganas, por no ser más generosas?