Escuchando a muchos matrimonios hablar de sus relaciones me pregunto que es lo que ha ido pasando para que lleguen a esta situación de tibieza, de indiferencia o incluso de abandono total del lecho conyugal.
Una de las conclusiones a las que he llegado es que perdemos el DESEO. Se va apagando poco a poco y no lo alimentamos, damos por hecho que el deseo siempre vivirá en nosotros, como cuando estamos en el momento álgido del amor. O lo que es peor, damos por sentado que es natural perder ese deseo con el paso de los años. Y nos olvidamos que el deseo se alimenta, se cultiva, se prepara, se comparte y sobre todo se disfruta.
¿Existe una fórmula mágica para mantener vivo ese deseo? No lo creo. Pero de lo que si estoy segura es que el deseo se apaga si no se trabaja. También creo que despertar el deseo en tu pareja es todo un arte, un arte lleno de voluntad, de respeto, de amabilidad, de entrega, de generosidad y de amor hacía el otro. El deseo se puede despertar de muchas maneras y desde planos diferentes.
Nuestras vidas serán más o menos cotidianas y eso nos obligará a ser algo más ingeniosos. Ingeniosos para despertar el deseo en nuestra pareja, pero no nos olvidemos despertarlo en nosotros mismos. No podemos esperar que nuestro deseo siempre sea trabajado por el otro, creo que cada uno debemos hacer nuestro esfuerzo. Es verdad que aquí viene otro elemento básico para agitar ese deseo, y es la IMAGINACION.
Hay que trabajar la imaginación, hay
hay que sorprender, ser novedosos, hacer cosas diferentes de vez en cuando. Planificarlo!!!!! Es maravilloso, de verdad, pensar algo que le pueda sorprender a tu pareja y planificarlo con la ilusión de una cita. Organizáis todo, escapada a un hotelito, o donde sea, una cenita con un buen vino, una comprita para “amenizar” la ¡¡¡¡¡noche conyugal!!!! Disfrutar el uno del otro, sin falsos pudores, dejaros llevar por la pasión, por el deseo -siempre bien entendido- por una noche llena de aventuras y novedades.
El deseo está en crisis. Si, se que la rutina no ayuda, pero se que también es necesaria. Pero romper esa rutina es un juego, es todo un reto y el deseo es un alimento del matrimonio que nos da fuerzas para luchar contra uno de los mayores enemigos que nos acechan, la monotonía. Tenemos que querer desear a nuestra pareja y se la desea con el cuerpo con el alma y con la mente. Se la desea intelectual, social y por supuesto físicamente y siendo todas importantes.
El deseo se trabaja, se investiga, se imagina, se realiza, se piensa, se habla, se comparte. El deseo hacía el otro es una llama que mantiene caliente la alcoba. El deseo es como un lienzo en blanco que se pinta cada día y es maravilloso poder pintarlo juntos. Cada vez pinta uno, unas veces pintaremos cosas nuevas y otras tan solo lo de siempre, pero lo maravillosos del deseo es querer pintar, querer esforzarse por no dejar de lado los lienzos de cada día. En definitiva, es querer trabajar el deseo con la amabilidad de QUIERO QUERER QUERERTE.
Muchas gracias por este tema. Un abrazo Antonio Gaisse
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Soy un fan tuyo, y tus publicaciones se las envío a muchas personas, y las difundo por las redes sociales. Gracias
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> El 10 may 2022, a las 13:44, Antonio Gaisse Fariña escribió: > > Muchas gracias por este tema. > Un abrazo > Antonio Gaisse > > Enviado desde mi iPhone >
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Mil gracias Antonio por tus palabras y por compartirlo. Me alegro muchísimo que te guste lo que escribo!!!!
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Gracias Ana, todo lo q escribes es jna maravilla
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Muchísimas gracias
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