Igual estoy algo sensibilizada con este tema, pero es verdad que después del confinamiento y tanto teletrabajo me estoy encontrando muchas parejas que empiezan a acusar la soledad. Y no es una soledad física, que a veces también, sino es esa soledad que te aísla hasta de tu pareja o incluso de ti misma, de esa persona que eras antes del confinamiento.

Me refiero a esa soledad que sin darte cuenta te va dejando fuera de tu propia vida. Es esa soledad que empieza con un sencillo NO a una cena de amigos y termina por incapacitarte para retomar con normalidad tu vida social e incluso laboral. Me refiero a esa soledad que te va invadiendo tan poco a poco que no eres consciente hasta que un día te despiertas y te preguntas donde están tus amigos, tu familia o ¡¡¡¡tu buen humor!!!!!!

En ocasiones me encuentro con personas que tras el covid has dejado poco a poco de relacionarse por miedo al contagio y pasados ya casi tres años que vamos a hacer, retomar esas buenas costumbres les cuestan un triunfo. En otras ocasiones lo que me encuentro son parejas que has rebotado en direcciones radicalmente distintas, es decir, una de ellas necesita relacionarse con todo el mundo y ha dejado por el camino a su pareja, mientras que la pareja se siente bloqueada y esa parálisis la lleva a un bucle de soledad que no es capaz de romper.

Si, la soledad acompañada de tu mujer o de tu marido, de tus padres o de tus hijos, es una soledad SILENCIOSA y dolorosa. Me atrevería a decir que incluso poco comprendida, porque parece que es fácil de solucionar con un: “pues llama a tu amigo y sal”. o «conversa con tus hijos o tus padres», pero he visto persona rotas por esa soledad acompañada y no son capaces muchas veces ni de entender que les ocurre.

Esta soledad, en la pareja,

Esta soledad, en la pareja, además del mal estar que le genera a la persona que se siente así, genera frustración, enfados y reproches. En ocasiones la pareja esta pasando algún tiempo juntos, pero solo eso, están en la misma casa, pero las conversaciones puedes ser: ella habla él está viendo la tele, o viceversa, el habla y ella en Instagram. Y esa es la soledad de las parejas de la que os hablo. De esa ausencia de comunicación y dialogo. De esa soledad que puede provocar mil planes alternativos, pero nunca juntos. De esa soledad que nos separa aun durmiendo juntos. Y esa soledad DUELE

Creo que tenemos que aprender a ver esas llamadas de atención que empiezan con un “me siento solo, no se lo que me pasa…” En muchas ocasiones la pareja no puede hacer sentir al otro mejor o romper ese bucle de desanimo, pero si puede acompañar en conversaciones para intentar entender que está ocurriendo ahí. Son esos los momentos donde las parejas se apoyan y se ayudan y siguen diciéndose el uno al otro QUIERO QUERER QUERERTE.