Mirar si os suena esta conversación:
- Cariño nunca me dices que me quieres, ¿Por qué no me lo dices?
- ¿Para que quieres que te lo diga, si ya lo sabes?
- Porque me gusta que me lo digas.
- Vale, pues te quiero.
- No, así no, dímelo sintiéndolo….
A ver chicos, nos gusta, necesitamos que nos digáis que nos queréis, no solo vale con saberlo, a veces necesitamos oírlo, pero oírlo de verdad, no para que nos callemos, ¡¡eso es casi peor!! Cuando nos decís con un abrazo que nos queréis, sentimos vuestro calor y sentimos vuestro amor, nos hace inmensamente felices, nos da seguridad y muchas veces ayuda a calmar la fiera que todas llevamos dentro.
Cuantas de nosotras nos miramos al espejo y empezamos a ver el efecto del paso del tiempo en nuestra cuerpo. Esas arrugas, en la que fue nuestra tersa piel y que por mucho que digan que “la arruga es bella”, está claro que solo la pudo decir un hombre y todas sabemos que esa frase NO ES CIERTA ¡¡no hay mas que ver el éxito del botox!!. Vemos esos brazos, que al ponerlos en ángulo recto pensamos ¿Qué es eso que le cuelga a mi brazo? ¡¡¡Si antes no estaba!!!! Y es cuando nos ataca el pensamiento de ¡¡¡nos estamos haciendo MAYORES!!!!!!
Es justo en estas situaciones cuando acudimos a vosotros, para que nos desmintáis todo eso que nos ha dicho el espejo, que como en el cuento de Blancanieves nunca miente, a que nos digáis lo estupendas que estamos, lo maduras interesantes que nos hacen esas “pequeñas” arrugas que nos han salido, y que esos colgajos del brazo lo que demuestran es la experiencia de la vida de una gran mujer, vamos ¡¡que nos da igual, que nos MINTÁIS!!!
Pero de lo que no sois conscientes, es que todo eso se volverá cierto en el momento en que nos digáis “cariño TE QUIERO”, te quiero con esas arrugas que te salen de tanto sonreír, te quiero con esas manos ásperas de tanto cuidarnos, te quiero con esos brazos fuertes que protegen a la familia, te quiero a ti entera, por todo lo que me quieres y porque me haces feliz. Te quiero porque un día te entregué mi vida y sin ti no tengo norte.
Veis que fácil, solo tenéis que dejar que vuestros sentimientos más profundos afloren, no que se den por sabidos, eso solo no basta, necesitamos oírlo y sentirlo -en los momentos que nuestro ánimo está más bajo- eso nos supone un chute de energía, de alegría y una dosis extra de dulzura.
En contra prestación nosotras prometemos no preguntarlo muy a menudo, tanto, que logremos desgastarlo. Prometemos no echaros en cara que no nos lo digáis con la frecuencia que nos gustaría y respetar que a vosotros os cuesta verbalizar vuestros sentimientos. Pero ambos tenemos que no olvidar nunca decirnos TE QUIERO.
Ay! Si supiérais el subidón que nos da escuchar esas dos palabras tan sencillas, las diríais más a menudo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Dentro de este blog, ves post que sirven para darte cuenta que lo que te pasa a ti le pasa a muchas otras personas pero también para darte cuenta que hay muchas cosas que les pasan a otras personas y no te pasan a ti. Es un buen momento para apreciar lo que tienes y darte cuenta que otras cosas no pasará pero en este eres una afortunada. En este caso se me olvida mucho más a mi un te quiero espontaneo que a el después de 9 años. Gracias!
Me gustaLe gusta a 1 persona