Escapada Romántico-Deportiva: eso NO EXISTE

A ver chicos, eso no existe, son incompatibles, no se puede dar, son conceptos antagónicos, opuestos, son inversamente proporcionales. Igual solo me pasa a mí, pero os voy a contar el último de estos viajes que me organizó mi marido. Mira que yo le quiero, le adoro, estoy locamente enamorada, ¡¡¡todo junto!!!! Pero perdonarme es que no lo veo, yo creo que ha mezclado capítulos de algún curso jajajaja. Os pongo en situación. Fin de semana de febrero del 22. “Ana he organizado un viaje romántico, nos vamos de escapada tres días a esquiar” ¡¡¡En serio, RONATICO!!!

Yo sonrío pongo mi mejor cara ya que es verdad que una escapada a esquiar me chifla, pero escapada romántica??? Ya las expectativas son confusas. Igual no tiene claro los conceptos, bueno eso seguro. El caso, es que lo dejo todo preparado para que según llegue de currar salir pitando. Cenamos en la carretera porque se le ha complicado la tarde con el trabajo y llegamos pasadas las doce. Entonces llega el momento “surrealista del fin de semana”:

  • Cariño despierta que nos tenemos que preparar para ir a esquiar.
  • Ya? pero si es de noche, que hora es?
  • Pues las seis y media, venga levanta que si no llegamos tarde.
  • Pero tarde a donde!!! Estás enfermo cariño!!! Si está aún la máquina pisa nieves en las pistas!!!!

Entre tanta conversación ya son las siete menos diez y os podéis imaginar, ya lo tengo nerviosito vestido y en la puerta del restaurante para desayunar. Y como no podía ser de otra manera somos los primeros. Bueno pues mi cuerpo empieza a responder una vez ingeridos un par cafés y algunas tostadas y ya sin darme cuenta me está metiendo en el coche dirección las pistas.

Os prometo que mas de una vez he llegado y ¡¡¡¡no estaba abierta ni la cafetería de Anayet!!!! Según abre me meto otro café en vena, con una de esas cookies maravillosas. Por supuesto estamos solos, eso si ¡¡¡todo de un romántico!!!! Jajajajajaja. Pues nada ya son las nueve menos diez y allí que nos plantamos en la cola del telesilla de Anayet. Si somos los PRIMEROS, pero, no de los primeros, ¡¡¡sino los primeros de los primeros, el uno y el dos!!! Estar atentos cuando vayáis y veáis a dos pichoncitos vestidos de blanco y negro ella y de amarillo y negro él. Si NOSOSTROS, podéis pasar a saludarnos, en fin… es muy fuerte, pensar que llevo ya dos horas y media despierta y aun no ha empezado el día.

Pero la cosa no termina aquí. Porque somos los primeros en llegar, pero como os estáis imaginando somos los últimos en irnos, si, si los últimos, es decir LOS ULTIMOS DEL FINAL. Vamos que me paso esquiando unas 8 horas con 40 mis de descanso para comer, y rápido que sino nos enfriamos. ¡¡¡¡Pero si no me da tiempo ni a que mi corazón se ponga en modo reposo!!!! AH!!! y por supuesto las distintas climatologías no existen. El tiempo es algo irrelevante, da igual si llueve, nieva, solazo, ventisca… Mis ocho horitas “románticas” esquiando no me las quita nadie jajajajaja.

Terminamos la jornada y que si una cervecita en Formigal antes de ir al hotel, que si vemos a unos amigos, que si nos quedamos charlando. Llegamos al hotel y no se vosotras pero yo me desplomo como

un saco encima de la cama, tal cual. Eso si, procuro que la mayoría de mi cuerpo caiga en la cama, ya que una vez que entre en el estado de reposo no sé lo que volveré a tardar en movilizarlo. Y entonces oigo un: “Ana date prisa que he reservado para cenar” Se me salen los ojos de las orbitas y mi cuerpo no responde, las piernas me tiemblan, ¡¡¡¿¿mis brazos… mis brazos??  aaahhh donde están mis brazos!!!!

Pero yo que tengo una actitud joven me levanto, me ducho me pongo mona y nos vamos a cenar en “modo romántico” En serio que yo lo intento, pero se me ocurre plantear algo tan tonto como ¿Qué tal si mañana nos despertamos… no se a lo loco pienso… sobre las siete y cuarto!!! NOOOO que llegamos tarde. Que queréis que os diga, no sé si tenía algo de romanticismo en la cena, pero se esfumó de golpe, empiezo a tensarme y a tener prisa por irme a la cama a dormir que son ya casi las doce, las agujetas ya han llegado a mi cuerpo y al paso que va esto, voy a dormir unas cinco horas. ¡¡¡¡Y así tres días!!!!

En fin, llamarme rara, pero yo soy más de viaje romántico tipo: paseo por la playa cogidos de la mano mientras suena una música de fondo. Una cena sin dolor de cuerpo, levantarse después de que salga el sol, miraditas, caricias, besitos, no se igual soy algo fantasiosa, pero son las cositas que yo entiendo por “escapa romántica”. Así que por favor, no nos confundáis, eso no es una escapada romántica eso sirve como terapia deportiva, finde détox, como lo queráis llamar, pero NO ROMANTICA. Eso si, también nos sirve mucho para trabajar el QUIERO QUERER QUERERTE y no morir en el intento.

Deja un comentario